El merengue es una de las recetas más clásicas y también de las más calóricas si tenemos en cuenta que sólo es clara de huevo y azúcar, pero no hace falta volverse loco poniendo azúcar para que salgan bien y queden ricos.
Cuando me enseñaron a hacer merengue en la escuela de cocina la receta llevaba 200 gr de clara y 600 de azúcar. Tres veces la cantidad de azúcar. ¡Que barbaridad! así que no volví a hacer merengue! El sabor no me apasionaba, muy dulce y sin nada más que aportar. Hasta hoy.
Como era el día de la madre hice una tarta de manzana, ¡lástima que desapareciera tan rápido que no me diera tiempo a hacerle la foto!.
Como me sobraban 3 claras le dí otra oportunidad a los merengues franceses por lo fácil que resulta hacerlos.

Es muy sencillo.
Pesamos la cantidad de claras y ponermos el doble de azúcar. Os lo detallo paso a paso.

Hasta que mi amiga Antonia no publicó lo mucho que le gustaban las Quelitas no tenía ni idea ni de qué eran ni siquiera que eso existiera. Pero como todo lo que cuenta lo hace con tanta pasión en cuanto pude las compré en el supermercado. Se trata de unas galletitas para picotear entre horas. No son dulces, pero tampoco saladas. Cuando comes una, nunca es la única.  Nunca se me habría ocurrido intentar hacerlas porque las originales están de lujo. Pero claro, ahora en cuarentena no queda otra que ingeniárselas porque en los supermercados está complicado conseguirlas.

Así que se me ocurrió pedirle la receta a una mallorquina de pro, mi querida Antonia. Ella no tardó ni dos minutos en enviarme la receta. Y yo agradecidisima he intentado hacer la receta. El resultado ha sido muy bueno. Estaban muy ricas.

Las magdalenas y la tortilla de patata son parte de la identidad de España, en la panadería de mi pueblo hacen las mejores magdalenas que he comido y aún no encontré unas que las igualaran. Pero hay recetas espectaculares. Esta receta es una de ellas. Las pepitas de chocolate son opcionales, pero le dan un toque muy especial.
4 huevos
350 g harina repostería
250 g azúcar
200 gr nata para cocinar (se puede sustituir por leche entera)
250 aceite de girasol
1 sobre levadura royal
Esencia de vainilla
Pepitas de chocolate (opcional).

Metemos en el  horno hasta que hayan subido y estén doraditas. Suelen ser unos 15-20 minutos.

275 g harina
80 g vino blanco
40 g aceite
1 huevo
6 gramos de sal.

500 gr de harina
250 gr de agua caliente
7 gr de levadura seca
10 gr de sal

1. Mezclar y amasar con manos untadas en aceite
2. Reposar la masa 30 minutos y amasar de nuevo (metiendo para dentro y haciendo una bola)
3. Echar un poco de harina y meter la masa en un bol.
4.Tapar con una bolsa y reposar dos horas (si es invierno al lado del radiador)
5. Echar harina en la mesa, separar 100 gr de masa ( para usarlo como pie de masa, se guardará tapado con un bolsa, o en un tapper cerrado, en el frigorífico)
6.Amasar el resto de la masa y hacer de nuevo una bola.
7.En la rejilla del horno, colocando papel de hornear  dejar reposar la masa 1 hora tapada con un paño.
8. Antes de que acaba esa hora encender el horno a  230 arriba  y abajo.
9.Hacer un corte en la bola de pan, abrir un poco con las manos, y meter en el horno a media altura. Echar un vaso de agua en la bandeja de horno para generar vapor, dejar 10 minutos.
10. Sacar la bandeja de agua y dejar otros 10 minutos a 200.
11. Dar la vuelta a la rejilla para que se hornee por igual y dejar otros 10 minutos a 200.

12.Cuando volvamos a hacer pan repetir el proceso y usar el pie de masa madre y 300 de agua.